
Hna. Julia Pérez Alonso
“Cuando la gente comparte ocurren los milagros”
La Hna. Julia Pérez Alonso entró en el Instituto de Religiosas de San José de Gerona en 1956, con tan solo 13 años, como aspirante en Olot. Recuerda con ternura aquella etapa: “Era la niña de la casa”, dice con una sonrisa. Se graduó como enfermera y se formó en la Clínica Nostra Senyora del Remei de Barcelona, donde vivió momentos de convivencia que aún guarda con cariño.
Muy pronto, con solo 22 años, recibió su primer destino: Colombia. Allí comenzó atendiendo enfermos en la Clínica del Dr. Garcés, antes de la Clínica Nuestra Señora de los Remedios, en un entorno donde al principio sentía gran añoranza. Trasladada a la casa del noviciado, junto a las Hermanas, pudo volver a vivir con alegría en comunidad, colaborando con la parroquia, dando catequesis, cantando y tocando la guitarra con los niños. “Me encantaba trabajar con la gente sencilla. La gente pobre es muy agradecida”, dice con emoción.
Regresó a España al cabo de 13 años cuando su padre enfermó, y asumió tareas asistenciales y organizativas. Estuvo en Girona, fue secretaria provincial y participó en un curso de renovación en Roma. También vivió una experiencia intensa en Blanes, donde logró que no se cerrara la Comunidad. Todo con entrega, sensibilidad y compromiso.
Más tarde llegó a Perú, en tiempos de cólera y con la amenaza del Sendero Luminoso. A pesar del contexto, lo recuerda como un tiempo muy feliz: parroquias, dispensario, trabajo comunitario. “Cuando la persona que tiene, da... se pueden hacer milagros”, afirma aludiendo al relato evangélico de la multiplicación de los panes. Vivió aquí 8 años como delegada, formadora, superiora y consejera de la Provincia latinoamericana. Otra etapa de gran implicación, que dejó una huella profunda en su vida.
Posteriormente, formó parte del Gobierno General del Instituto, y pidió encargarse de la Delegación de Formación. Visitando la Comunidad de Guinea Ecuatorial presenció momentos impactantes, viendo cómo niños gravemente enfermos revivían gracias a una transfusión. “La gente veía que las hermanas estaban para ellos. Pusieron luz en el hospital, camas nuevas... y las apreciaban mucho.”
La Hna. Julia es una mujer risueña, profundamente humana, que se emociona al recordar su recorrido. Alegría y tristeza conviven en sus palabras, pero en todas ellas brilla el gesto de la gratitud. Reside en la Comunidad de Casa Santa Elena, Santa Cristina d'Aro, donde ha sido superiora entre 2008 y 2011.